Wednesday, September 7, 2011

Love

"Men learn to love the woman they are attracted to. Women learn to become attracted to the man they fall in love with."
— Woody Allen

Tuesday, September 7, 2010

Smile maker

First D.J.: Okay, campers, rise and shine, and don't forget your booties 'cause it's cooooold out there today.
Second D.J.: It's coooold out there every day. What is this, Miami Beach?
First D.J.: Not hardly. And you know, you can expect hazardous travel later today with that, you know, that, uh, that blizzard thing.
Second D.J.: [mockingly] That blizzard - thing. That blizzard - thing. Oh, well, here's the report! The National Weather Service is calling for a "big blizzard thing!"
First D.J.: Yessss, they are. But you know, there's another reason why today is especially exciting.
Second D.J.: Especially cold!
First D.J.: Especially cold, okay, but the big question on everybody's lips...
Second D.J.: - On their chapped lips...
First D.J.: - On their chapped lips, right: Do ya think Phil is gonna come out and see his shadow?
Second D.J.: Punxsutawney Phil!
First D.J.: Thats right, woodchuck-chuckers - it's
[in unison]
First D.J.: GROUNDHOG DAY!
Second D.J.: GROUNDHOG DAY!

Friday, September 3, 2010

Una semana que no la veo. (a ella)

Hace tres minutos hablé con ella, me contesto recien levantada con voz de dormida que se parece mucho a la voz de aburrida. Me disculpe por despertarla y quedamos en vernos mas tarde como ya lo habiamos planeado la semana pasada.

Todo bien, todo tranquilo hasta que tres minutos mas tarde se me ocurrio que le deberia llevarle un regalito, una sorpresa, ¿flores? No se. 
Pero ojo, en un intento sobrehumano, traté de pensar con la cabeza fría y descubrí lo que realmente pasaba.
A los hombres no nos interesan realmente las flores o los chocolates, no digo que no existan excepciones porque las hay, lo que digo es, que no es nuestro tema favorito, a diferencia de las mujeres, este que es uno de sus temas favoritos y más importantes, y no me refiero a los chocolates y las flores, sino a lo al significado de esta acción, el detalle. Es la demostración de un sincero interés y entusiasmo, algo muy importante y crucial en toda mujer antes de decidir qué es lo que quiere.
Así que por este motivo, al final, no le llevo nada, solo me presento con ganas de verla porque es la más sincera demostración de interés que le puedo ofrecer.
En la mayoría de los casos, los hombres compran las flores, le llevan los chocolates y la mujer, muy halagada y sorprendida, se llena de ilusiones decide quedarse con el regalo, cuando por el otro lado, el hombre no tiene idea de lo que quiere o de lo que siente, porque esa es su naturaleza.
Al final después de una conversación de 2 dos minutos que tuve con ella por teléfono me hizo entender cómo la cagamos y cómo todo hombre emocional e inseguro le sentí la su voz de dormida que sono como de aburrida, y quise correr a la tienda a comprar cualquier huevada para ganarme su interés.
Hay que estar muy pendiente de estos síntomas que son muy comunes y muy peligrosos en los hombres.
Las mujeres tienen que dejar de esperar que les regalen flores o que se acuerden de sus aniversarios o cumpleaños, mejor hay que es vivir el momento al máximo sin ninguna espectativa.

Sounds good?

Augusto Araujo

Tuesday, August 31, 2010

FACT 1: About Men, Women, and Relationships

* Most men strive to achieve high status and thereby get a lot of sex. This drive begins as a teenager and may not ever stop until they drop dead. Sex with only one woman for a lifetime is not a high priority for many men.

* Women have a strong need in their DNA to pass on their genes to their children. But historically this was not easily done without protection and support from a man. Because this need still is in women's DNA, women still place a high priority on finding a man who will stick around to protect and support them and their children.

* Most women want a good sound relationship going before giving sex to the man she selects as the best one to insure survival of her and her children. This drive is even in women who are just dating for fun and not interested in having children.

Tuesday, December 1, 2009

En la sala de espera, una tarde

Por Enrique Araujo-Alvarez B. 25.5.07 (Ampliado el 15.11.07)

En una sala de espera un hombre de 62 años entra sin querer, en una conversación con un joven paciente de 16 años.
¿Qué hacía usted a mi edad? Pregunta el joven.
Veamos, era 1960. Te voy a comentar a medida de lo que me acuerde. Acababa de terminar el colegio. Mi padre estaba pensando en comprar un televisor, ya que la televisión se había iniciado en Lima dos años antes. La mayoría eran de 21 pulgadas de marcas como Andrea, Philips, Normende o Telefunken, casi todos europeos, el problema era que costaban más de mil dólares. Eran aparatos a tubos y en blanco y negro y sólo había en Lima tres canales. Todos los programas eran en vivo, hasta los comerciales. No existía el control remoto. Los teléfonos, ¡Ah! Se debía esperar muchos años para lograr tener uno. No existían los teléfonos celulares, yo veía un cómic llamado Dick Tracy que era un detective que usaba una especie de celular de pulsera, como un reloj. Eso me parecía algo imposible de lograr. Los cines eran enormes y muy elegantes y sólo había tres funciones. Nadie usaba zapatillas para caminar por la calle. El aeropuerto quedaba en la actual sede del Ministerio del Interior en Córpac (Córpac era las siglas de Corporación Peruana de Aeropuertos Comerciales, entidad del estado) y por los alrededores había chacras. Lo que es la Av. Benavides era una pistita de doble vía ida y vuelta y había chacras a ambos lados. No había computadoras, ni se pensaba en ellas. No habían inventado el cassette aún y menos el CD ni el DVD. No había walkman, ni discman ni nada parecido. No habían mini componentes. No había micros. Era raro ver cholos en las calles. Los jóvenes usaban los pantalones en la cintura verdadera y las chicas sólo usaban pantalones en los paseos. Los hombres cedían el asiento a las damas en el bus y en los tranvías que aún transitaban en Lima y el Callao. En el tramo de Lima al Callao, el panorama era de haciendas. No había vía expresa. No había mercados tipo Wong. Los autos eran americanos y con motores V8 y eran carísimos. La gasolina era muy barata y nadie usaba gas para cocinar, las cocinas eran eléctricas o a kerosene. Las radios eran lo que más se escuchaba y los aparatos de radio eran de tubos y muy grandes, casi todos tenían radiolas, unos muebles grandes y muy caros. Viajar a Estados Unidos costaba un ojo de la cara. Salir con una chica era imposible sólo nos podíamos ver en visitas formales y con la vigilancia permanente de la madre. La virginidad era un tema tabú y las relaciones sexuales eran para la gente casada y no se hablaba de ello porque era inelegante y hasta considerado vulgar. Las chicas jamás decían una lisura frente a un hombre. Con una enamorada era impensable tener relaciones sexuales. Si alguien salía encinta, era considerado un escándalo y eran obligados a casarse para evitar el qué dirán. A las trabajadoras del hogar se les llamaba sirvientas o la chola, les pagaban poco, no usaban uniforme y la mayoría eran analfabetas y olían a chivo. Se iba al colegio en la mañana y en la tarde, se regresaba a almorzar en la casa con los padres y era obligación asistir a clases hasta los sábados por la mañana y obligatoriamente ir a misa todos los domingos en colegios religiosos como el que yo asistí. Se comulgaba en ayunas. Los hombres se enteraban del sexo en los burdeles donde uno se iniciaba más o menos a los 16 años. No habían anticonceptivos y no se vendía condones a menores de 21 años. Al Dr. Marco Aurelio Denegri lo arrestaron por haber opinado sobre sexo en la tele. Nadie fumaba antes de los 21 años delante de sus padres y menos tomaban un solo trago. Sólo tomaban cerveza los cholos. Las drogas ya existían pero nadie las mencionaba. Cuando uno aprendía una lisura se susurraba al oído de los amigos como un gran descubrimiento. Estar con una chica podía tomar algo de dos meses y muchas no sabían besar con lengua. Había que tener 21 años para ver una película con escenas de amor. A misa no se podía entrar con manga corta. El bikini era sólo para las gringas, las chicas “decentes”, ni pensarlo. Nadie jamás se le hubiera ocurrido aumentarse las tetas ni el trasero. Una chica que tuviera más de dos enamorados en un año era mal vista y se maleaba. Los curas usaban sotana hasta el suelo y usaban sombrero de tres picos. El tránsito era muy ordenado y se ponían papeletas hasta por tocar la bocina. Iba a seguir cuando el chico espetó:
¡Señor, por favor no siga, se los ruego, ¿cómo pudo usted sobrevivir todos estos años sin juegos, sin celulares, sin cable, sin micros, sin sexo, sin decir lisuras, sin computadoras, sin un solo troncho, sin usar zapatillas, en fin, ¡su vida ha sido como una película de Chucky! Pobre usted señor, lo compadezco de veras, señor, ¡qué horror! Me ha deprimido todito. ¿Se va a hacer tratar supongo? ¿Cómo ha llegado a su edad vivo?
Precisamente, ¿no estamos en el consultorio del siquiatra? Le contesté. Yo estoy aquí porque no soporto esta vida con todo lo que en mi época no había. Imagínese joven, en mi época habían tres canales, hoy hay 130, odiaba el teléfono porque sólo llegaban malas noticias, ahora tengo en el bolsillo dos celulares, en uno me llama mi esposa cada cuatro minutos en el otro mis hijos para pedirme plata. Hoy casi he sido arrollado por un micro, me han mentado la madre ya tres veces hoy mismo. Los bocinazos casi me han causado un infarto. Uso zapatillas Nike super suaves pero un soldado me pisó el pié justo donde sufro de gota. Se me ocurrió decirle a una sobrina que era muy linda, y me ha denunciado a la comisaría por acoso sexual, además de haberme dicho toda clase de lisuras de alto calibre. Hace poco que he tenido que rechazar a tres amigas, esposas de tres amigos, y me han dicho que a lo mejor soy maricón. Mi mejor amigo acaba de morir de una sobre dosis de una nueva droga, cuatro son alcohólicos y dos están en el manicomio. Dieciocho ya han muerto. Ya no manejo porque ya me cansé de que me digan, “oye abuelito, despiértate pues y apúrate”. Mis dos hijos hace tres meses que viven con sus enamoradas en el dormitorio en mi casa y me piden que les prepare el desayuno. Una vez una de las chicas trató de agarrarme el trasero guiñándome un ojo. Mi mujer hace ya un año se fue con un tipo que maneja una moto. Compré un televisor LCD pero nunca lo he podido ver porque mis hijos lo han metido a su dormitorio y siempre lo dejan con llave y si no están, las chicas que nunca salen del dormitorio siempre están viendo novelas. Mi hija mayor se fue sin dejar rastro con un argentino y no me llama desde hace diecisiete años. Ayer que cumplía 37 años, me llamó sólo para pedirme cinco mil dólares para poder salir de la cárcel. ¿Y el argentino? Le pregunté. Me dijo que lo habían matado y que querían echarle la culpa. Inmediatamente me dijo que me juraba que no le había pegado muy fuerte. A lo que le pregunté con qué le había pegado y me dijo que con una comba. Insistía en decirme que no le había pegado muy fuerte. También me dijo quejándose mientras lloraba que le había sorprendido lo frágil que el argentino tenía el cráneo y que creía que era un maricón de mierda y que le había cagado la vida. Yo le dije que entonces no lo mataron, sino que ella lo había matado y la burra me dijo que no había sido su intención. Insistía en asegurarme que la policía estaba exagerando para sacarle plata. Me lloró exigiéndome que le mandara los cinco mil dólares y juraba que me quería mucho. Yo aproveché para hacerle recordar que hacía diecisiete años que no me llamaba, que cómo entonces ahora súbitamente me quería tanto. El joven tenía los ojos extraviados cuando se me ocurrió observarlo. Lo vi más de cerca y el tipo se había ahorcado con su correa. ¡Estaba muerto! Me levanté súbitamente y en ese momento, salió el doctor. No pudiendo articular palabra sólo le mostré al galeno con las dos manos al interfecto. El siquiatra, tranquilamente me cogió de las manos y me dijo,
- No se preocupe señor, esto pasa continuamente en este consultorio. ¿Le habló usted de algo mientras esperaban?
Bueno sí, le estaba contando cómo era mi vida solamente.
Mmm. Entiendo, no se preocupe. Era un joven paciente que tenía un problema imaginario con su madre que según insistía lo había abandonado al nacer. Ayer me llamó para decirme que su madre lo había llamado para comentarle que acababa de matar a su padre con una comba. Un caso típico de paranoia que no iba a tener cura. Ahora, pase usted y cuénteme cuál es su problemita …

Sunday, November 29, 2009

¿Por qué se calatean las mujeres?

Por: Enrique Araujo-Alvarez B. (15.12.03)

“Más pueden tetas que carretas”
-Proverbio español

Adán miró a Eva con lascivia por primera vez, en el preciso momento en que fue arrojado del paraíso. A Adán se le subió la testosterona cuando se dio cuenta que Eva estaba desnuda. Ya fuera del Edén, a ambos le invadió la malicia. Por ello, Eva se cubrió con un trébol, una hojita para cada parte púdica lo que desquició a Adán sintiendo una taquicardia inexplicable sumado a un súbito priapismo incontenible. Así, Eva descubrió que su contraparte entraba en trance solo con mirarla y más aún, cuando se cubría ligeramente. Después se cubrió con hojas de parra y ensayó una serie de artimañas más, tales como mostrarle solo el ombligo acompañando este acto con una sonrisita coquetona o asomando disimuladamente uno de sus senos o cruzando sus piernas, balanceando un pié. Eva se dio cuenta además, que su Creador le había proporcionado toda la información del coqueteo mientras que a su compañero le había dejado el cerebro en blanco. Eva, día tras día se daba cuenta que se las sabía todas además de otras que estaba inventando. De esta manera Adán, un pobre descerebrado (y sin ombligo), en estos menesteres, en muy poco tiempo se transformó en el esclavo perfecto de Eva. Si Adán quería a Eva, tendría que pagar primero. Tendría que salir al fresco a conseguirle frutas, carne, agua, pieles para abrigarse, hacerle una cama, conseguir un antro amoblado y engreírla a cada rato. Este fue el verdadero comienzo de lo que vendría en llamar un marido. Un día Adán empezó a desarrollar su cerebro y quiso imitar a Eva. La miró con ojos de carnero degollado, le esbozó una sonrisa frankesténica y disimuladamente se levantó la piel de jabalí que usaba encima para mostrar una de sus velludas piernas. La respuesta de Eva fue fulminante. Adán recibió sendas pedradas, huesos de pterodáctilo chupados y una serie de alaridos estridentes ya que aún no habían inventado un idioma. Adán comprendió que esta técnica no iba a funcionarle de ninguna manera. Así, quedó pensativo lucubrando cómo hacer para atrapar a Eva cuando él quisiera y no como siempre cuando ella quisiera. Como esto ya era muy molesto y se había hecho costumbre, ensayó un nuevo y sutil método. Cogió el mazo que usaba para cazar reventándole la testa a cerdos dormidos y, aprovechando similar situación, lanzó un certero y medido mazazo sobre la cabeza de Eva. Inspeccionó cautelosamente que estuviera bien groggy para acto seguido dar rienda suelta a sus bajos instintos reprimidos. Podría decirse que esta fue la primera violación de la historia. Esta fue, así mismo, la manera, a lo bestia, que Adán había desarrollado para poder hacerse de Eva cuando él lo quisiera. Curiosamente, mientras todas las veces que Eva era arrastrada de sus cabellos hacia el camastro para ser violada, ésta esbozaba una cómplice sonrisa, aún con los ojos cerrados. A Eva, ¡le gustaba el golpe! Y más increíble aún, descubrió de esta manera el amor. A más mazazos más amor. Adán no tardó en darse cuenta que este método no iba a funcionar para siempre porque en una de esas casi mata a Eva cuando una vez obnubilado por su ataque hormonal, se le pasó la mano y casi le rompe la crisma, por lo que la tuvo inconsciente por diez días. Durante esos días, la cuidó, le dio de comer en la boca, la abrigó, le dijo sonidos guturales muy cariñosos hasta que Eva se recuperó. Ya nunca más le pegó y todo volvió a fojas cero. Eva volvió a recuperar el mando y Adán vio estupefacto cómo a su pareja le crecía la barriga...
Todo lo demás es historia conocida, y hasta nuestros días, las mujeres mantienen el estado de alerta por decirlo de algún modo, a los hombres mostrando ya sin disimulo alguno, partes de su cuerpo estratégicamente escogidos; ombligo, cintura, hombros, gran parte de pechuga, piernas, pompis, etc. Como las mujeres disponen cuándo y cómo pueden servirse un hombre, tiene que mantenerlo las 24 horas motivado y, como nunca sueltan rienda oportunamente para el hombre, siempre lo cogen necesitado. Todo este preámbulo ha sido necesario para demostrar científicamente, porqué y para qué se calatean las mujeres.