Sunday, November 29, 2009

¿Por qué se calatean las mujeres?

Por: Enrique Araujo-Alvarez B. (15.12.03)

“Más pueden tetas que carretas”
-Proverbio español

Adán miró a Eva con lascivia por primera vez, en el preciso momento en que fue arrojado del paraíso. A Adán se le subió la testosterona cuando se dio cuenta que Eva estaba desnuda. Ya fuera del Edén, a ambos le invadió la malicia. Por ello, Eva se cubrió con un trébol, una hojita para cada parte púdica lo que desquició a Adán sintiendo una taquicardia inexplicable sumado a un súbito priapismo incontenible. Así, Eva descubrió que su contraparte entraba en trance solo con mirarla y más aún, cuando se cubría ligeramente. Después se cubrió con hojas de parra y ensayó una serie de artimañas más, tales como mostrarle solo el ombligo acompañando este acto con una sonrisita coquetona o asomando disimuladamente uno de sus senos o cruzando sus piernas, balanceando un pié. Eva se dio cuenta además, que su Creador le había proporcionado toda la información del coqueteo mientras que a su compañero le había dejado el cerebro en blanco. Eva, día tras día se daba cuenta que se las sabía todas además de otras que estaba inventando. De esta manera Adán, un pobre descerebrado (y sin ombligo), en estos menesteres, en muy poco tiempo se transformó en el esclavo perfecto de Eva. Si Adán quería a Eva, tendría que pagar primero. Tendría que salir al fresco a conseguirle frutas, carne, agua, pieles para abrigarse, hacerle una cama, conseguir un antro amoblado y engreírla a cada rato. Este fue el verdadero comienzo de lo que vendría en llamar un marido. Un día Adán empezó a desarrollar su cerebro y quiso imitar a Eva. La miró con ojos de carnero degollado, le esbozó una sonrisa frankesténica y disimuladamente se levantó la piel de jabalí que usaba encima para mostrar una de sus velludas piernas. La respuesta de Eva fue fulminante. Adán recibió sendas pedradas, huesos de pterodáctilo chupados y una serie de alaridos estridentes ya que aún no habían inventado un idioma. Adán comprendió que esta técnica no iba a funcionarle de ninguna manera. Así, quedó pensativo lucubrando cómo hacer para atrapar a Eva cuando él quisiera y no como siempre cuando ella quisiera. Como esto ya era muy molesto y se había hecho costumbre, ensayó un nuevo y sutil método. Cogió el mazo que usaba para cazar reventándole la testa a cerdos dormidos y, aprovechando similar situación, lanzó un certero y medido mazazo sobre la cabeza de Eva. Inspeccionó cautelosamente que estuviera bien groggy para acto seguido dar rienda suelta a sus bajos instintos reprimidos. Podría decirse que esta fue la primera violación de la historia. Esta fue, así mismo, la manera, a lo bestia, que Adán había desarrollado para poder hacerse de Eva cuando él lo quisiera. Curiosamente, mientras todas las veces que Eva era arrastrada de sus cabellos hacia el camastro para ser violada, ésta esbozaba una cómplice sonrisa, aún con los ojos cerrados. A Eva, ¡le gustaba el golpe! Y más increíble aún, descubrió de esta manera el amor. A más mazazos más amor. Adán no tardó en darse cuenta que este método no iba a funcionar para siempre porque en una de esas casi mata a Eva cuando una vez obnubilado por su ataque hormonal, se le pasó la mano y casi le rompe la crisma, por lo que la tuvo inconsciente por diez días. Durante esos días, la cuidó, le dio de comer en la boca, la abrigó, le dijo sonidos guturales muy cariñosos hasta que Eva se recuperó. Ya nunca más le pegó y todo volvió a fojas cero. Eva volvió a recuperar el mando y Adán vio estupefacto cómo a su pareja le crecía la barriga...
Todo lo demás es historia conocida, y hasta nuestros días, las mujeres mantienen el estado de alerta por decirlo de algún modo, a los hombres mostrando ya sin disimulo alguno, partes de su cuerpo estratégicamente escogidos; ombligo, cintura, hombros, gran parte de pechuga, piernas, pompis, etc. Como las mujeres disponen cuándo y cómo pueden servirse un hombre, tiene que mantenerlo las 24 horas motivado y, como nunca sueltan rienda oportunamente para el hombre, siempre lo cogen necesitado. Todo este preámbulo ha sido necesario para demostrar científicamente, porqué y para qué se calatean las mujeres.

No comments:

Post a Comment